NOVEDADES

25 de Noviembre de 2019

¿Qué tiene que ver el optimismo con el liderazgo?

El optimismo no se presenta habitualmente como un atributo de los buenos líderes. Sin embargo, cuando preguntamos, toda la gente nos responde que es fundamental! Sabemos que los líderes son responsables de construir y velar por un buen clima laboral. Todos hemos sufrido a personas tóxicas en nuestros trabajos, y más si son nuestros  jefes los que se quejan todo el tiempo, maldicen o transmiten una frustración permanente.

Es fácil ser optimista cuando todo va bien, pero ¿qué pasa cuando tenemos todas las situaciones en contra?

No hablamos de un optimismo ingenuo ni negador. Por el contrario, los momentos de desaliento nos proponen encarar un trabajo sobre nosotros mismos y junto a otros, para construir con intencionalidad, ideas de aliento y de posibilidad, que trasciendan las dificultades.

El optimismo que proponemos tiene que ver con fortalecer la Inteligencia Emocional. Esto implica, no negar las emociones negativas, sino por el contrario, tomarlas como punto de partida. Te proponemos:

  • Reconocer y reconocerte en la emoción de desaliento.
  • Darle una vuelta para encontrar qué desafíos te propone, qué cosas diferentes a las habituales podrías encarar.
  • Darle un sentido positivo al problema, pensar qué SI podes hacer.
  • Invitar al diálogo, con personas diversas en enfoques, en experiencias, en proyectos de vida.
  • Juntarte con gente que tenga proyectos que los entusiasmen (siempre hay, aún en los peores momentos).
  • Buscar aprender cosas diferentes, alentar que otros lo hagan.
  • Buscar / generar espacios que te den alegría.
  • No te olvides que como líder modelás, y disponés la conducta de tus colaboradores, con tus palabras y con tus acciones.